Lobo, Sabine y Alba.
No pretendo ser un lobo amable hoy, sería un poco contradictorio por mi parte.
Creo que aún sigo reventándome los puños contra la pared y creo que nunca voy a dejar de hacerlo, aún así me resultaría más fácil ser dejando de existir (Como Kant).
Son más fáciles las cosas cuando no tienes que pensar, o sólo piensas en alguna cosa que te haga dejar de pensar, con un boli en la mano, un cuaderno en el jardín y algnuos capiteles en algún lado.
Me cae bien llegar a una casa donde la gente está disfrazada, dejas de sangrar durante un rato vestido de pirata.
No sé, que gracias supongo.
Que os quiero, supongo