lunes, 16 de mayo de 2011

Para Sabine y Alba

"Sangró y lloró, y se tocaba los huesos de los nudillos, ásperos como la corteza del árbol contra la que había hecho chocar su mano magullada. Ninguna historia tiene un final feliz. Ninguna historia tiene un final feliz si no tiene final. Y nadie es feliz sabiendo que tiene un final como el nuestro. Y nuestro final empezó sangrando dulcemente feliz."
                                                                                                    Lobo, Sabine y Alba.

No pretendo ser un lobo amable hoy, sería un poco contradictorio por mi parte.
Creo que aún sigo reventándome los puños contra la pared y creo que nunca voy a dejar de hacerlo, aún así me resultaría más fácil ser dejando de existir (Como Kant).
Son más fáciles las cosas cuando no tienes que pensar, o sólo piensas en alguna cosa que te haga dejar de pensar, con un boli en la mano, un cuaderno en el jardín y algnuos capiteles en algún lado.
Me cae bien llegar a una casa donde la gente está disfrazada, dejas de sangrar durante un rato vestido de pirata.


No sé, que gracias supongo.

Que os quiero, supongo